Objetivos generales de la materia - Cómo estudiarla

El OBJETIVO de la materia es aprender a pensar juntos. ¡No es poca cosa! ¡Y no carece de actualidad! Podremos comprender mejor su actualidad si leemos el artículo de Guillermo Jaim Etcheverry publicado recientemente en la Revista La Nación con el título de “Volver a debatir”:


Esto significa que tendremos que ejercitarnos en pensar juntos alumnos y docentes, alumnos entre sí, y todos con Platón, con Hannah Arendt, con C.S.Lewis..., esto es, con todos aquellos que han pensado y nos han dado la posibilidad de pensar con ellos a través de sus obras. Por eso también incluiremos películas y videos como material del curso.

Sólo podemos pensar a partir de lo que otros han pensado (del mismo modo en que sólo podemos hablar a partir de lo que hemos escuchado a otros previamente).

Nos dice Fernando Savater que cuando se dió cuenta de que iba a morir comenzó a pensar, por primera vez, por sí mismo. Ese primer pensamiento propio era "un pensamiento que se apoderaba de mí mucho más de lo que yo podía apoderarme de él. Un pensamiento del que no podía subirme o bajarme a voluntad, un pensamiento con el que no sabía qué hacer pero que resultaba evidente que me urgía a hacer algo, porque no era posible pasarlo por alto”. (Fernando Savater: Las preguntas de la vida, Capítulo 1).
Estas características que da Savater a sus primeros pensamientos propios, son las de aquellos que tenemos que empezar a dejar crecer en nosotros mismos, aquellos que surgen ante las preguntas fundamentales del ser humano.

Durante el transcurso del año iremos tratando de responder a ciertos interrogantes: ¿Quién he llegado a ser hasta hoy? ¿Quién puedo y quiero llegar a ser? ¿Qué lugar ocupa el otro en mi proyecto de vida? ¿Cuál es el marco de referencias/posibilidades dentro del cual proyecto mi vida?

También nos esforzaremos en comprender el sentido del saber filosófico como saber supremo no-útil, que conduce y reúne todo nuestro saber en una imagen unitaria y significativa del mundo. Buscaremos comprender la filosofía como un modo de ser en la verdad.

Buscaremos ahondar en la comprensión de nosotros mismos como los únicos seres vivientes que se hacen preguntas, como esos seres que, haciéndose preguntas, intentan saber quiénes son y qué es esa totalidad a la que pertenecen.

Nos llegaremos a comprender a nosotros mismos como animales simbólicos y, por lo tanto, como seres que existen ‘con’ el otro -seres en relación- (sólo podemos convertirnos en usuarios e intérpretes de un sistema de símbolos haciéndonos parte de una comunidad de hablantes o usuarios de ese sistema).

Aprenderemos a darle una nueva luz a las preguntas que el hombre se ha hecho a sí mismo desde que empezó a serlo y a poner en cuestión los supuestos sobre los cuales vivimos, pensamos, actúan y padecemos.

¿Somos conscientes de hasta qué punto sentimos, pensamos y actuamos a partir de los sentimientos, pensamientos y acciones de los otros?

¿Cómo estudiar esta materia? Para responder a esta pregunta necesitamos acercarnos un poco más a qué es lo que significa pensar. Pensar es hacerse preguntas. Es dejarse modificar por aquellas preguntas que interpelan, que sacuden toda nuestra vida y nuestra existencia.

En efecto, no cualquier tipo de pregunta nos abre al pensamiento. Se trata de aquellas que me abren a nuevas posibilidades de ser, actuar y sentir. Son preguntas que me abren y me proyectan hacia posibilidades inciertas y aún no descubiertas. No se trata de leer un texto y memorizarlo. Eso ya lo sabemos hacer. Y lo hacemos si queremos o tenemos ganas. Pero la materia nos propone algo distinto.

Es verdad... nos vamos a encontrar con muchas dificultades: el vocabulario, la temática, el estilo... Pero... ¿les parece razonable que sólo conversemos con aquellos/as que se interesan por los mismos temas que nos interesan a nosotros y que utilizan nuestro mismo vocabulario?

Pensar es otra cosa. Es salir de viaje, es arriesgarse a ir más allá de lo conocido. En realidad, para viajar no hace falta abandonar los lugares que habitualmente recorremos o transitamos. Basta con mirarlos con otros ojos, con otra mirada.

Voy a poner un ejemplo que nos ayude a entender qué significa pensar. El año pasado (2009) mi hija, que entonces tenía aún 13 años, me pidió que la ayudara con una actividad de música. El docente les había dicho que escucharan una obra de Bach y que anotaran todo lo que les hiciera pensar y sentir. Yo le di un CD con algunas de las suites para cello de este autor y la dejé sola. Cuando al rato volví para ver cómo le había ido, me dijo que no sabía qué escribir. Entonces le pregunté qué es lo que había pasado en su interior mientras escuchaba la música, qué es lo que le había sucedido. Ella me miró, pensó unos segundos, y me dijo: "esta música te deja pensar".

He aquí, entonces, el método de estudio de esta materia: dejarse afectar por aquello que nos mueve a recorrer ese espacio de sentido que la obra abre ante nosotros. 'Dejarse pensar', 'dejarse llevar' hacia lo desconocido, más allá de las propias seguridades y automatismos. (No somos tan conscientes de cuántos automatismos gobiernan nuestros pensamientos, sentimientos y acciones).

¡Animémonos a pensar!

No hay comentarios:

Publicar un comentario