viernes, 11 de junio de 2010

Compartimos el trabajo de Teresa Benitez, de la Escuela Argentina Modelo (5° A)



Teresa Benitez. Escuela Argentina Modelo. Antropología Cristiana

"Debe haber, lo vean los dioses o no, algo extraordinario en el alma mortal. Ya que el sufrimiento, al parecer, es infinito; y nuestra capacidad, ilimitada." Mientras no tengamos rostro

"Sé que podríamos seguir con nuestras vidas, y que los dos estaríamos bien, pero he visto lo que somos juntos. Y nos elijo a nosotros."
Hombre de familia

Introducción

El ser humano debe, ante todo sobrevivir. Para lograrlo, para crecer y formar parte de este mundo, necesita desarrollar una seguridad que le permita siempre avanzar y relacionarse con la sociedad que lo rodea. En el camino gana, pero también pierde parte de su esencia, de su yo más profundo. Renuncia para sobrevivir, la mayoría de la veces sin siquiera saberlo. Es recién en la segunda etapa de su vida cuando narra su pasado y comprende que no todo era como él había imaginado y existían alternativas cuando él creía su destino determinado. Comienza entonces una nueva vida, sea ésta en un tiempo suficiente para formar una familia o simplemente unas cortas horas que renueven el espíritu y lo preparen para el siguiente paso.

Desarrollo

El ser humano es el único animal capaz de hacerse preguntas

El protagonista de la película Hombre de familia es Jack Campbell, un personajes típico de la sociedad post revolución industrial de hoy en día. La película comienza con una introducción a la vida de este hombre, descripción a partir de la cual podemos apreciar el automatismo que la rige. Sin embargo hay un hecho que resalta: la última pregunta verdaderamente profunda que Jack se hizo antes de elegir vivir como un autómata: ¿viajar o no viajar a Londres? ¿Quedarse con Kate (su novia universitaria) o dejarla? Jack opta por lo segundo.

A partir de ese momento se aferra a esa decisión, por una serie de razones: miedo a lo impredecible, comodidad ante la perspectiva de un trabajo seguro, inmadurez emocional y susceptibilidad ante los parámetros culturales que exigían de él un hombre exitoso. Y así vive durante trece años.

El director de la película escogió la fecha del 24 de diciembre (Nochebuena), haciendo énfasis en la idea de milagro navideño para que Jack recibiera una llamada inesperada de Kate. A partir de ese momento el personaje recupera parte de su humanidad perdida con el solo hecho de preguntarse qué pasaría al llamarla y qué hubiera pasado de haber decidido quedarse con ella trece años atrás. El director de la película crea la escena en que Jack evita un tiroteo, en otras palabras evita muertes y violencia para mostrar con más claridad esa humanidad escondida de Jack.

Orual, la protagonista de Mientras no tengamos rostro es una mujer que fue rechazada desde pequeña por su padre, por ser mujer y fea. Como consecuencia, ella no se siente identificada consigo misma y se victimiza durante toda su vida, aceptando sin cuestionar su condición para ella inamovible. Así como Jack Campbell había aceptado su vida vacía. Por lo tanto, no siendo ella suficiente, se aferró a los demás, convirtiéndose en una persona amargada, frustrada y resentida: "Ahora que había conseguido la prueba irrefutable de la existencia de los dioses y de su odio hacia mí, me parecía que nada me quedaba por hacer sino esperar el castigo".

Durante la segunda parte de su existencia, comienza a dudar, a hacerse preguntas, a hacer honor a su condición humana, al igual que Jack cuando recibe la llamada de Kate. Orual finalmente encuentra nuevas respuestas: ella podría haberse aceptado como es y en lugar de depender del otro, siendo una especie de parásito, podría haber vivido una vida plena e independiente.

El hombre es un animal de sentido

Al principio de la película, Jack Campbell entiende como significativo y valioso su carrera profesional, aquello que le iba a proporcionar respeto y admiración en el mundo que lo rodeaba, aquello que la gente le iba a envidiar. Hacia allí orienta su ser, su hacer y su padecer. Como el señor Lassiter, su jefe, le dice: “Eres un orgullo para el capitalismo”.

Sin embargo, el sentido de su vida cambia cuando atraviesa esta situación fantástica de “vistazo” que se le brinda. El mensaje es claro en la escena cuando Jack le muestra su nuevo departamento a Kate y le ofrece la posibilidad de vivir en la ciudad. Usa como argumento principal que ahora finalmente todo el mundo los envidiará y Kate le responde: “Ellos ya nos envidian.” Jack descubre como un niño aquello que no tuvo durante su vida de negocios y conociendo ahora sus dos alternativas elige la segunda, que tiene un sentido mucho más pleno que la anterior. Cuando vuelve a la realidad usa sus habilidades, su conocimiento, para convencer a Kate de quedarse con él.

En Mientras no tengamos rostro, Orual, a diferencia de Jack, ni siquiera tiene un sentido claro para su vida; ella sólo “sobrevive”, trata de ingeniárselas para vivir sin buscar un bien que trascienda todo aquello que la rodea. Va hacia ningún lado; por eso nunca es feliz. Sin la integración narrativa de la experiencia subjetiva de su ser íntimo y de la experiencia objetiva de su ser social, el hombre no puede saber qué es lo que realmente quiere o desea y, por lo tanto, no puede orientar su vida hacia el descubrimiento y la realización de sus posibilidades más propias. Esta narración la realiza Orual recién en la segunda mitad de su vida, casi al final, y a pesar de no poder volver el tiempo atrás o recomenzar su vida (como Jack), ella muere con paz en su interior pues ahora al menos sabe a lo que aspira: “¿Cómo van a mostrarse ante nosotros cara a cara mientras no tengamos rostro?”

Los sentimientos son la respuesta espontánea al modo en que algo afecta al hombre

El Jack Campbell inicial es un hombre claramente acostumbrado a no sentir. En su vida de negocios, todas las decisiones que toma son superficiales y requieren poco esfuerzo emocional de su parte. Seguramente siente vacíos en su vida pero decide ignorarlos manteniéndose ocupado en asuntos poco importantes. Vive encerrado, alejado de la realidad verdadera y de sí mismo.

El conflicto toma lugar y Jack debe enfrentar estas nuevas circunstancias extremas con la aptitud emocional de un niño pequeño, basado en un egoísmo absoluto. Como respuesta a esta situación Jack comienza a sentir, a experimentar sentimientos. En primer lugar está confundido y desorientado, como es predecible; pero poco a poco siente curiosidad, indicio de que se interesa en lo que le sucede y ya no lo rechaza enteramente. Luego, anhela, desea ser este hombre de familia hasta que lo acepta definitivamente y ama esta posibilidad. En consecuencia, luego de esta avalancha de sentimientos, Jack se acerca mucho más a la realidad y a su verdadero yo. Por último ,sintió dolor y vacío al perderlo. Las emociones mueven a la gente y esta breve experiencia impulsa a este personaje a ir a casa de Kate, perseguirla hasta el aeropuerto y rogarle que se quede con él. “Por favor Kate, sólo una taza de café. Siempre podrás ir a París, pero por favor, no hoy.”

En Mientras no tengamos rostro, Orual también bloquea sus sentimientos y cierra su corazón, pero por razones distintas a las de Jack.

Cuando es pequeña, ella comprende que es fea y que su padre nunca la aceptará. Al no poder soportar ese sentimiento de rechazo, Orual se cierra al mundo y a sus propios sentimientos por miedo a ser herida. Ejemplo claro de esto es el hecho de que ella nunca le confiesa su amor a Bardia. Para colmo, la única vez que decide abrirse a una persona (Psyque), y amarla más que a nadie, pierde a su hermana. A partir de este hecho, ella se cierra y se convierte en un ser que por naturaleza nunca fue; hablando metafóricamente, cubre su cara con un velo negro.

En la segunda parte de la historia, ella supera aquellos miedos de la infancia gracias a su madurez y al abrir su corazón comprende por primera vez como había sido la realidad que la rodeaba. (Esto equivaldría al momento en el que sucede el milagro en la vida de Jack).

Siente arrepentimiento y tristeza pues desearía volver en el tiempo pero no puede. Este descubrimiento la motiva a realizar la única acción que puede hacer para redimirse: escribir sobre la verdad.

El hombre se apropia narrativamente de su ser, de su hacer y padecer

En Hombre de familia, la vida de Jack es discontinua, repleta de azares, propósitos, intereses, resultados, sin ningún tipo de conexión entre sí, pues ninguna acción apunta a algún fin trascendente. Hay un mundo que lo rodea y ofrece resistencia al deseo de Jack de llegar a ser lo que aún no es, en este caso un hombre de familia. Si bien en ningún momento narra su historia, definimos el concepto de narración como la manifestación del quien y del sentido de las propias acciones: el “vistazo” que Jack vive hace las veces de narración, y le ayuda a encontrarse a si mismo y al sentido que su vida pudo haber tenido (y aún puede llegar a tener).

En cambio, Orual nunca obtiene esa segunda oportunidad, aunque sí se propone narrar su historia, dándole a ésta la continuidad que la sociedad le había quitado y encontrando en esta recapitulación su plenitud. Su vida biológica se convierte claramente en biográfica. Encuentra la esperanza de una próxima vida en la cual pueda explicar a los dioses su comportamiento, pedirles perdón y formar parte de su reino. Entiende su pasado como una unidad de sentido que buscaba llevarla a ese momento de la narración. Momento de comprensión y aceptación. “El cambio que al escribir se obró en mí fue sólo un principio: apenas una preparación para la cirugía de los dioses. Usaron mi pluma para explorar mi herida.”

Conclusión

"¿Quién es libre?
El sabio que puede dominar sus pasiones,
que no teme a la necesidad, a la muerte ni a las cadenas,
que confía exclusivamente en sí mismo y
que ha redondeado y pulido las aristas de su carácter.”


Al comienzo de ambos relatos, ni Jack ni Orual son libres, pues están atrapados en un mundo en el que no logran explotar su potencial y ser ellos mismos, crecer y desarrollar su persona. Sin embargo, gracias a la narración que realiza Orual y al milagro de Navidad de Jack, ambos vislumbran por primera vez el concepto de libertad y con este, la esencia de cada uno. Orual aprende a dominar sus pasiones, viendo así por primera vez la realidad y Jack aprende que necesitar de otros es positivo y enriquecedor. Ambos aceptan que la clave de la felicidad yace en ellos mismos y en nadie ni en nada más. Y a partir de este momento, ambos viven en consecuencia, construyéndose para acercarse cada día más a las personas que desean ser.

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