martes, 1 de junio de 2010

El amor en el siglo XVII

La carta de amor es una pintura del artista holandés Johannes Vermeer. Es un óleo sobre lienzo que tiene un tamaño pequeño, 44 centímetros de alto y 38,5 de ancho. Su fecha aproximada data de 1669-70.

En la obra se observa a dos mujeres: una está sentada con un laúd en su mano izquierda. En la otra, sostiene una carta que le ha entregado la otra mujer, la sirvienta, que se encuentra de pie.

La mujer de la casa es joven y va bien vestida, con un traje de la época de color amarillo y remates en blanco que demuestra que es de clase pudiente. Parece que estaba tocando el laúd y deja de tocarlo cuando se acerca la sirvienta para entregarle la carta de amor.

En primer plano, se puede observar una especie de pasillo con una cortina y una silla con lo que parecen unas partituras a la derecha y una especie de mapa en la izquierda.

Esto crea una sensación al espectador de estar viendo una escena privada, íntima y personal, ya que lo primero que se ve es una puerta abierta y las protagonistas están al fondo, lo que da mayor profundidad de espacio.

El tipo de suelo, en damero (ajedrezado) es algo habitual es las obras de Vermeer y de otros pintores holandeses del siglo XVII. Este elemento le da tridimensionalidad a la imagen.

El hecho de que estén iluminadas y que el primer plano esté en sombra, les da más protagonismo a ellas y profundiza la escena.

Se ha interpretado cada elemento del cuadro y se ha dado una simbología determinada. Por ejemplo, el instrumento que sostiene la dama es el laúd, que en el siglo XVI se consideraba un símbolo de amor. Hay unos zuecos tirados en el suelo que significa amor ilícito y la escoba o el cesto representan lo doméstico, como si ese tema lo hubiera dejado abandonado. La chimenea y el cuadro de la marina también representan las pasiones amorosas.

Los colores son muy variados: destacan el amarillo del traje de la mujer pudiente y el azul de la sirvienta. También hay blancos, marrones, naranjas y tonos oscuros en la parte de la sombra.

Un cuadro muy realista en cuanto a la calidad de la pintura ya que casi parece que estamos dentro espiando a las dos mujeres.

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